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El Observatorio de Derechos Humanos Rufina Amaya comienza a funcionar

El Observatorio de Derechos Humanos Rufina Amaya, que se inauguró ayer en Mejicanos, “documentará, sistematizará y difundirá las violaciones a los Derechos Humanos de mujeres, jóvenes y niños de comunidades de Mejicanos, Ayutuxtepeque y Cuscatancingo”, según explicó su directora, Mónica Pacheco.

El observatorio, ubicado en el pasaje Cantizano de la colonia Delicias del Norte, en el municipio de Mejicanos, —justamente en las instalaciones del Servicio Social Pasionista— se concentrará en aquellos casos que atenten a los derechos de los grupos más vulnerables de las dieciocho comunidades de estos municipios en donde el Servicio Social Pasionista (SSPAS) lleva años trabajando.

Las personas podrán solicitar en el Observatorio de Derechos Humanos asistencia jurídica y psicológica, y posteriormente serán derivadas a las instituciones públicas competentes (Policía Nacional Civil, Procuraduría de los Derechos Humanos…).  El observatorio abrirá una ficha para cada caso y realizará un seguimiento para ver “si ha habido una pronta justicia, si las instituciones están trabajando como debe ser, si ha habido una problemática, si la queja se mantiene”, explica Pacheco.

“El aparato institucional a veces se ve opacado y ahí es donde nosotros entramos como observatorio, como una manera de incidir, de posicionar si las instituciones están colaborando con la garantía y cumplimiento de los derechos humanos de las personas”, destaca la directora de este observatorio que emitirá informes y subinformes con una periodicidad cuatrimestral.

El Observatorio se concentración en la vulneración de derechos de las mujeres, jóvenes y niños
Desde el año 2002, el SSPAS trabaja con los sectores más vulnerables de la Microrregión Mélida Anaya Montes.

“Esto es un apoyo más para nuestras comunidades”, cuenta Rolando Medrano, vecino de Cuscatancingo, “todavía se violan muchos derechos de las personas y se espera que esto sea un apoyo más, nos hace falta mucho”. Para Luz del Rosario, una niña de Cuscatancingo,  “los derechos humanos tienen que respetarse y son importantes”, aunque “algunos se respetan y otros no”, por eso, dice, le “parece bien el Observatorio”.

Rolando y Luz del Rosario estaban en la inauguración que se celebró el jueves 18 de julio en Mejicanos, un acto que estuvo presidido por el ex procurador de Derechos Humanos de El Salvador, Óscar Luna; el representante del Servicio Social Pasionista, Antonio Rodríguez; la directora del Observatorio de Derechos Humanos, Mónica Pacheco; la representante para Centroamérica de la FAD, Lucía Rodríguez; y la responsable de Programas de AECID en El Salvador, Emma Sánchez.

El ex procurador en su intervención señaló que “este observatorio es una necesidad urgente” y que las “políticas públicas deben garantizar los derechos humanos de las personas”. Por su parte, Antonio Rodríguez reiteró que “sin derechos no hay paz”.

Esta iniciativa que trata de incidir en el cumplimiento de los Derechos Humanos cuenta con el acompañamiento de la fundación española Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) y el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), a través de su convocatoria de proyectos de ONGD.

El ex procurador de Derechos Humanos de El Salvador, Óscar Luna; la responsable de Programas de AECID en El Salvador, Emma Sánchez; y la representante para Centroamérica de la FAD, Lucía Rodríguez;
El ex procurador de Derechos Humanos de El Salvador, Óscar Luna; la responsable de Programas de AECID en El Salvador, Emma Sánchez; y la representante para Centroamérica de la FAD, Lucía Rodríguez;

“Nuestro principal mandato es contribuir al desarrollo humano en los países en los que trabajamos y el desarrollo humano es aquel que sitúa a las personas en protagonistas de su propio proceso de desarrollo, basándose en un enfoque de derechos humanos. Este centro que inauguramos hoy responde a esos principios”, aseguró la representante de AECID.

“Este observatorio es un ejercicio de ciudadanía, construye ciudadanía, construye responsabilidad, construye fortalezas (como la de Rufina Amaya), elimina miedos (como los que no tuvo Rufina Amaya), permite el pleno ejercicio de los derechos de las personas más vulnerables y por tanto fortalece y empodera a la persona”, aseguró.

El apoyo al Observatorio se enmarca en el trabajo del SSPAS en la Microrregión Mélida Anaya Montes y en una intervención más amplia que con la FAD comenzó en 2010, a través de un convenio financiado también por AECID, sobre Cultura de Paz, que implica acciones en el ámbito educativo, juvenil y comunitario de estos tres municipios del área metropolitana de San Salvador.

Rufina Amaya y la memoria histórica

La denominación del Observatorio de Derechos Humanos Rufina Amaya no es casual. “Es un ejercicio también de memoria histórica”, aseguró Antonio Rodríguez. Esta mujer fue una de las sobrevivientes de la mayor masacre cometida en América Latina, que tuvo lugar en El Salvador en diciembre de1981, en un lugar conocido como el Mozote, donde el ejército masacró a cerca de mil personas, la mayoría niños y niñas, apenas iniciado el conflicto armado.

 

[box] Observatorio de Derechos Humanos • Componentes Convenio de Cultura de Paz SSPAS, FAD, AECID • Rufina Amaya[/box]

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