Sala de Prensa

Gobierno y sociedad civil salvadoreña debaten una agenda nacional de eficacia de la ayuda

El Viceministerio de Cooperación para el Desarrollo de El Salvador junto a representantes de los organismos del gobierno nacional, de los gobiernos locales, de universidades, de la sociedad civil, de organizaciones multilaterales y de cooperaciones bilaterales debatieron el pasado 8 y 9 de marzo en San Salvador sobre los compromisos necesarios para confeccionar una agenda nacional de eficacia de la ayuda, con el fin de mejorar el empleo de los recursos técnicos y financieros destinados al desarrollo en el país.

Esta iniciativa es uno de los primeros esfuerzos del Gobierno de El Salvador (GOES) y su sociedad civil en la aplicación de los principios de la Declaración de París, compromiso al que se adhirieron en mayo de 2009. Las jornadas, bajo el título “Hacia una eficacia de la ayuda” fueron organizadas por el propio Viceministerio y la Fundación Carolina, con la colaboración de la Agencia Española de Cooperación Internacional para eI Desarrollo (AECID).

“Esta es la primera gran jornada de diálogo político convocada por el Viceministerio de Cooperación para el Desarrollo”, aseguró Jaime Miranda, viceministro de la citada institución en el acto de inauguración, quien aseguró que “hacer un uso eficaz y eficiente de los recursos públicos es una cuestión prioritaria para su Gobierno”.

El Embajador de España en El Salvador, José Javier Gómez-Llera, señaló durante el acto de inauguración que “la base de la nueva arquitectura de la ayuda está en el liderazgo y apropiación de los procesos de desarrollo por parte de sus protagonistas”. En su intervención, mencionó el caso especial de El Salvador y otros Países de Renta Media (PRM), donde el aporte de la cooperación internacional es reducido, aunque sin embargo, “los problemas de pobreza en términos absolutos son, con frecuencia, más extensos y complejos que en Países de Renta Baja (PRB) o países menos desarrollados”.

Caso de los Países de Renta Media

De hecho, la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) que recibió El Salvador en 2007 a duras penas alcanzó el 0,4 % de su PIB, una cifra muy baja en comparación con PRB de la región, donde el porcentaje fue del 4 o incluso 15, según datos de la OCDE; y en comparación con otros ingresos que recibe el país y que pueden convertirse en motor de desarrollo como las remesas. Precisamente por esto, “es necesaria la utilización estratégica de los pocos recursos disponibles y la apertura a nuevas modalidades de la ayuda que permitan afrontar con eficacia las dificultades de ese tramo del camino del desarrollo”, reiteró el Embajador.

A la coyuntura de los PRM, también se refirió durante su ponencia el director del Departamento de Cooperación y Desarrollo del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI), José Antonio Sanahuja. “Sí hay problemas de desigualdad, pero los países de América Latina tienen suficientes recursos para combatir esa pobreza”, aseguró, y llamó la atención sobre las estadísticas fiscales “descorazonadoras” en países donde “los ricos no asumen su responsabilidad fiscal”. En este sentido, mencionó que los argumentos para continuar la ayuda a los PRB deben sustentarse en la importancia de la contribución a la reducción de la pobreza mundial, en el apoyo a una región caracterizada por un desarrollo económico espasmódico y en la importancia de contribuir a la preservación de bienes públicos internacionales, como por ejemplo, el medio ambiente.

La directora ejecutiva del Plan Trifinio El Salvador, Miriam del Carmen Hirezi; alcalde de Santa Tecla, Óscar Ortiz; el moderador de la Fundación Carolina, Ignacio Suárez en el primer día de taller.
La directora ejecutiva del Plan Trifinio El Salvador, Miriam del Carmen Hirezi; alcalde de Santa Tecla, Óscar Ortiz; el moderador de la Fundación Carolina, Ignacio Suárez en el primer día de taller.

 

Cooperación Sur-Sur
En contestación a Sanahuja, el director de Cooperación internacional de Colombia, Enrique Maruri, enfatizó la necesidad de la ayuda internacional en países como Colombia: “Queremos que nos sigan ayudando, pero en condiciones especiales”. Y se refirió al hecho de que sólo el 2 % de la ayuda que recibe su país se canaliza por los sistemas nacionales. También, Maruri destacó la importancia de la cooperación Sur-Suren la transferencia de capacidades y modelos de gestión entre países que enfrentan similares desafíos, aunque se trata de una modalidad con ciertas debilidades en cuanto a los costos de transacción y la falta de documentación respecto a lo ya realizado, según reconoció.

Los principios de apropiación y armonización, propuestos en la declaración de Paris ya están poniéndose en marcha en algunas de las instituciones de El Salvador. “El país tiene que buscar sus prioridades y, de ahí, buscar apoyos internacionales”, dijo el presidente del Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL), Héctor Silva. Los cambios ya se están reflejando en las cifras, tan es así que durante el periodo 1999-2009 en las intervenciones de su institución, la contribución del Gobierno salvadoreño era de un 4 %, mientras que en el periodo 2009-2010 este porcentaje sube al 45 %. “Ahora quien paga la orquesta es el Gobierno de El Salvador y también quien decide el baile”, comentó en referencia a este aumento de recursos y la posibilidad de concentrar los recursos en sus prioridades.

Recodel

Durante la jornada, también se compartió la experiencia de Recodel (la Red de Cooperantes para el Desarrollo Local), un intento de concretar el principio de armonización en este ámbito para avanzar en la reducción de distorsiones y malas prácticas en las que ha venido incurriendo la cooperación internacional en el pasado, liderado por la Cooperación Técnica Alemana (GTZ) y en el que participan la AECID, Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), USAID, la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), el Fons Valenciá y otros actores.

Sujetos del desarrollo

En representación de las organizaciones de la sociedad civil, participó Ryna Garay quien puso el acento en la mutua rendición de cuentas y sugirió la amplia difusión de París entre la sociedad civil, el parlamento y el propio Estado, así como revisar los indicadores de desarrollo humano, “que ofrecen una visión de las personas como objetos de desarrollo y no como sujetos”.

Al término de las jornadas se redactó un documento de ratificación de los compromisos establecidos en la Declaración de París y en la Agenda de Acción de Accra aceptado por todas las instituciones nacionales presentes. Los organismos multilaterales y las cooperaciones bilaterales debatirán en una próxima reunión el detalle de los compromisos que les afectan directamente y la manera de incorporarse a la propuesta del Gobierno.

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